La llegada a Rumania es gris, después de haber disfrutado de los días navideños y coloridos de vacaciones...
Pero cuando ya le pille el ritmo estaremos en febrero, mes de exámenes, y no tendré clase de nuevo.
Así que enero es un mes raro.
He vuelto a pasear por las calles de Constanza, y me he vuelto a fijar en los perros. Algunos ya me parecen conocidos, tumbados encima de las alcantarillas, para sobrellevar el invierno.
Otros sin embargo son bastante nuevos. Como unos cachorritos que vi, con el rabo entre las piernas, que al verme se escondieron en su casa.
Eran 3: Dos blancos y uno negro. Muy majos, aunque lucían una miedosa cara de pena.
Y así encontré Constanza de nuevo. Realmente gris. Con las calles gris, el cielo gris, y los edificios gris.
Pero no todo es gris.
Mis vecinos, estudiantes, no lo ven así. Así que el lunes se animaron y le pusieron color a la semana montando una fiesta. Les encanta beber en casa, reírse, cantar...
Me despertaron a las 4 de la mañana. Pero esta vez se me ocurrió llamar a la policía. Los esperé unos 10 minutos y mano de santo. Después de pedirme el pasaporte, bajaron a su piso (los chavales seguían dándolo todo) y conseguí quedarme dormida.
Me imagino que los policías les pidieron dinero. Aquí la policía tiene fama de pedirte dinero, así que en este caso... me pareció bien.
Así mis sueños ya no fueron grises, convirtiéndose poco a poco, en sueños de colores.
Bonito post. Que coidado hai que ter cos veciños....
ResponderEliminarIso si, ver as cariñas dos cans pola rúa... que pena, non?
Lindo el perrito con cara de asustado!
ResponderEliminarTú siempre que puedas llama, a la poli, jejeje que profe mñas chunga
Un besito
Este febrero se han ido los vecinos maquineros. Estoy tan feliz...
ResponderEliminarHa entrado a vivir una familia con un bebé. Como tienen un bebé no hacen casi ruído... No saben el regalo que me han hecho! jeje
Cada vez que oigo llorar al bebé sonrío, recordando que tengo nuevos vecinos... yepaaa!
Loli